La normativa IFS alimentaria en fabricantes plant-based: Garantía de seguridad para tu cadena de suministro
La normativa IFS alimentaria se ha consolidado como uno de los principales criterios de evaluación a la hora de seleccionar un fabricante alimentario fiable y preparado para integrarse en cadenas de suministro exigentes. Con esta certificación, tu proyecto plant-based gana seguridad, consistencia y rapidez en la aprobación de productos.
En este artículo descubrirás qué implica realmente IFS, por qué se ha convertido en un estándar internacional y cómo impacta directamente en tu cadena de suministro y lanzamiento de productos.
¿Qué es la Normativa IFS y por qué se ha convertido en un estándar global?
La normativa IFS (International Featured Standards) es un conjunto de estándares diseñados para evaluar la seguridad alimentaria, la legalidad y la calidad de los fabricantes y procesadores de alimento.
A diferencia de otras normas, IFS se centra en la capacidad real del fabricante: cómo opera, qué controles aplica, cómo gestiona riesgos y cómo garantiza que cada lote cumple lo esperado.
¿Por qué la certificación IFS es un requisito crítico para los proveedores plant-based?
Para fabricantes de alternativas a la carne o soluciones vegetales innovadoras, IFS no es un “extra”, es un requisito operativo que asegura:
- Reducción de riesgos legales: sistemas validados para controlar alérgenos, puntos críticos y trazabilidad.
- Cumplimiento con retailers internacionales: muchas cadenas solo aceptan proveedores certificados.
- Minimización del riesgo de recalls: control riguroso sobre ingredientes sensibles, proteínas vegetales y matrices complejas.
Trabajar con un proveedor de soluciones vegetales en alimentos sin IFS implica más auditorías, más controles y posibles retrasos. Con IFS, gran parte de estas verificaciones ya están cubiertas.
Requisitos críticos de la norma IFS específicos para la producción plant-based
Aunque la normativa IFS alimentaria se aplica a toda la industria, el sector plant-based presenta retos concretos que esta certificación ayuda a controlar.
Gestión de alérgenos y contaminación cruzada en una instalación multifuncional
Las instalaciones plant-based suelen trabajar con ingredientes diversos: proteína de guisante, soja, frutos secos, gluten, especias…
IFS exige estrategias claras para evitar contaminación cruzada: segregación de líneas, limpieza validada, protocolos de cambio de formulación, controles de superficie y ATP, análisis de alérgenos en puntos críticos.
Trazabilidad y etiquetado: Desafíos específicos en matrices vegetales complejas
Los productos plant-based suelen incluir: mezclas de proteínas, fibras, aceites, especias, aditivos funcionales, y, en ocasiones, ingredientes de proveedores múltiples.
Esto complica la trazabilidad. IFS exige un sistema que permita identificar: de dónde viene cada ingrediente, qué lote se ha utilizado, en qué fecha, y hacia qué cliente se ha enviado.
Para el comprador, este nivel de trazabilidad es clave para aprobar proveedores con rapidez y asegurar auditorías sin sorpresas.
Control de procesos y parámetros críticos en la transformación de proteínas vegetales
El sector plant-based depende de procesos tecnológicos donde pequeños desajustes pueden cambiar por completo el resultado. IFS exige monitorizar y registrar parámetros como: temperatura, humedad, pH, tiempos de proceso o velocidad de extrusión.
Este control reduce variabilidad, asegura consistencia entre lotes y evita desviaciones que puedan comprometer el producto final.
Cómo la certificación IFS de tu proveedor impacta directamente en la aprobación de tus productos
Elegir un fabricante certificado acelera tu time-to-market al:
- Reducir rechazos en auditorías externas.
- Facilitar el acceso a canales internacionales.
- Minimizar costes asociados a no conformidades.
- Garantizar estabilidad y confianza en la cadena de suministro.
- En un mercado tan competitivo, este ahorro de tiempo puede marcar la diferencia entre entrar en una categoría… o perder la ventana.
Certificado IFS como sello de confianza B2B: Cómo Sanygran garantiza la excelencia para sus clientes de la industria alimentaria
Como proveedor de soluciones vegetales, Sanygran integra IFS en su operación diaria:
- Plantas certificadas que garantizan seguridad alimentaria consistente.
- Trazabilidad total en todas las categorías.
- Procesos validados para transformación de proteínas vegetales y otras soluciones vegetales.
- Flexibilidad industrial para fabricar MDD, private label o desarrollos a medida.
Nuestro compromiso con la seguridad alimentaria: Más allá del certificado
IFS no es solo un sello, es un método de trabajo que reduce riesgos, mejora la estabilidad del producto y da tranquilidad a quienes confían su marca a Sanygran.
Si buscas un socio industrial confiable y alineado con los estándares más exigentes, contacta con nosotros hoy para asegurar la máxima seguridad y calidad en tus proyectos plant-based.
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