Cortar los calabacines a lo largo y meter en agua herviendo por 5 minutos. Escurrir y sacar el contenido central (reservar), dejando un grosor de pared de cerca de 1 cm.
Hervir 750 ml de agua y echar el Risottino, dejar hidratar en fuego bajo hasta que el agua sea totalmente absorbida. Añadir al Risottino mitad del contenido sacado a los calabacines y mezclar.
Meter en una bandeja de horno las 4 mitades de calabacín, llenar con el preparado, echar por encima queso y perejil. Llevar al horno para gratinar. ¡Buen provecho!